En los últimos años ha crecido enormemente la preocupación mundial por los problemas concernientes a la Salud Mental. Un número significativo de personas en distintos países, se ven afectadas por trastornos de su salud mental. Se observa un preocupante deterioro de la calidad de vida y un incremento en el costo en salud. Aumentó la discapacidad, impactando en forma importante sobre otros servicios sanitarios. Ha adquirido gran relevancia la prevalencia y la incidencia de los trastornos mentales y de conducta.
El Banco Mundial afirma que las dolencias mentales son responsables a nivel mundial del 8.1% de la carga mundial de enfermedad, es decir del sufrimiento y costo que provoca el conjunto de las enfermedades
La OMS estima que en el mundo existen 450 millones de personas aquejadas de algún trastorno mental o del comportamiento, lo que equivale al 10% de la población mundial. Solo una pequeña minoría de esos 450 millones “recibe siquiera el tratamiento mas elemental”. La prevalencia de los trastornos mentales impacta en la atención médica general, de modo que entre el 20 y el 30 % de las consultas en Atención Primaria que se realizan en el mundo, corresponden a trastornos depresivos y de ansiedad.
Según la OMS la carga global de morbilidad que producen los trastornos mentales y neurológicos en todo el mundo fue estimada para 1990 en el 10,5% del total del AVAD perdidos por todas las enfermedades y lesiones; aumentó al 12,3% en el año 2000 y se calcula que llegará al 15% en el 2020. Estas cifras hablan por si solas, señalando la necesidad de colocar estas patologías dentro de las prioridades en las distintas políticas de salud.
Los trastornos afectivos son la causa más importante de discapacidad o invalidez. De las 10 causas principales de discapacidad, la mitad se deben a condiciones neuropsiquiátricas. La misma fuente de información, afirma que la carga de morbilidad de los trastornos mentales, supera al de tuberculosis, cáncer o enfermedades cardíacas. En los países desarrollados dos de cada cinco casos de incapacidad se deben a trastornos mentales, lo que nos da asimismo, la dimensión de la carga económica que implica la atención de estas patologías
La atención recibida por las enfermedades mentales no guarda proporción con el daño y sufrimiento que causan. Gran parte de la carga de enfermedades mentales, es invisible a los sistemas contables sanitarios. La mayor parte de las investigaciones se centran en los aspectos biológicos y genéticos de las enfermedades mentales y poco en los sociales y culturales.
La OMS participa de la idea de que el Estado debe tener una actitud muy activa en lo referente a la atención de la salud mental. Recomienda que los países posean legislación específica en materia de Salud Mental, políticas en el área y presupuesto destinado a Salud Mental. Al punto que este organismo clasifica los países según posean o no legislación en Salud Mental, políticas especificas y presupuesto discriminado.
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